aferrado al recuerdo

ayer llegué con un buen amigo como a eso a las 9:30 pm. habíamos quedado previamente en revivir los legendarios Juebebes. pactamos en ir a degustar una buena botanita y unas cervezas a un bar que ya teníamos olvidado: El Callejón de los Milagros. arribé a su departamento y lo encontré bastante feliz (o happy pues) tras haber ingerido casi media botella de vino tinto. era chileno el vino y estaba bastante bueno. mi amigo me dijo que mirara lo que había escrito. ahí, en un rincón, estaba una hoja de papel casi deshecha llena de caracteres extraños ansiosos de ser estrofas, de ser versos, de sublimarse hasta llegar a ser un poema. lo comencé a leer. mi amigo, mientras leía, abría en su computadora un folder especial donde tiene guardadas todas las fotografías de su ex-novia y del tiempo que estuvo con ella. con un ojo al gato (compu) y otro al garabato (poema) supe inmediatamente a donde estaba llevando todo eso: al continuo recuerdo y nostalgia de mi amigo por su exnovia. su historia sentimental es casi para el horario estelar de televisa. se conocieron en un Festival Cervantino, comenzaron a platicar de la nada, se enamorararon, ella era norteamericana, el se fue a vivir a San Francisco con ella... vivieron juntos... al final y después de varios meses terminaron. claro que hay muchos detalles, tal vez miles, de esta historia. sin embargo no es mi deseo platicarselas, sino más bien abundar sobre esas ganas de estar cortándose las venas... de estar reviviendo algo que ya no existe, de traer a la realidad fantasmas de personas, de cosas, de situaciones, de momentos...

y ahí estaba, con mi amigo bebiendo vino tinto de buena cosecha, escuchando danzon oaxaqueño, mirando fotos de su amada... la de antes, la de ahora... la de siempre. leyendo su pasión por esta mujer que ahora ha podido hacer lo que el no ha querido: darle vuelta a la hoja.

me dió tristeza ver a mi buen amigo así, pero después me sentí tranquilo, porque parecía que a pesar de todo estaba disfrutando de su melancolía, de su nostalgia, perdido en sus recuerdos... en drogarse en su pasado, en el de él... en el de ambos. mi amigo está de luto y lleva tiempo así. su luto lo paraliza, lo cega, no lo deja ser. pero está ahí por gusto y por su propia voluntad. soy su amigo y en mi concepción de amistad, un amigo debe ayudar a otro a encontrar sus propias respuestas en el camino a la felicidad...

nos dirigíamos en el carro al Callejón y estuve a punto de hacerle la pregunta: cuánto tiempo más vas a llorar a tu ex-novia??? pero me arrepentí y no le pregunté nada. no quise parecer harto o desesperado por la situación. espero que todo esto sea parte de un proceso de sanación que lo lleve a ser feliz más temprano que tarde.

que le puede aconsejar uno a un amigo en esta situación???