Menos Impuestos con el Redondeo... me ayudas?

Si hay un tema que me encante es el que tiene que ver con lo que podemos hacer en beneficio de los demás. Soy un convencido de que todos sin excepción podemos ayudar a los demás con tantos recursos como los que queramos.

Una forma muy sencilla que encontramos de ayudar hoy en día y es a través del redondeo. Redondeamos nuestros centavitos lo mismo en la tienda de la esquina que en el gran supermercado. Redondeamos para ayudar a diferentes causas… lo mismo a los niños con problemas de salud que a los indígenas de la sierra lejana. Redondeamos también por evitar las monedas de menor valor, pensando que no tiene caso alguno ponerlas en nuestros bolsillos cuando puede terminar ayudando al que más lo necesita… que es probable que nunca conozcamos, pero sabemos que está ahí.

Hace unos días tuve una acalorada discusión con un amigo que me decía que el Redondeo que vemos por todos lados es un gran fraude. Argumentaba que las empresas que se quedaban con nuestros pesos y centavos al final al final de un periodo acumulaban grandes cantidades de dinero que les servía para hacer deducciones fiscales increíbles, todo esto con dinero ajeno… el tuyo y el mío.

La verdad es que aunque tengo muy poco conocimiento en materia fiscal no me resulta extraño que las empresas que destinan montos a causas sociales logran deducciones fiscales al 100%. El cuestionamiento de mi amigo era que estas deducciones deberían de ser por donativos hechos por la misma empresa, y no utilizando el dinero de otros para beneficiarse.

Esta práctica de las empresas, de beneficiarse fiscalmente con dinero ajeno se parece mucho en mi mundo a cuando estás en un restaurante con cinco amigos y pides una factura a tu nombre para meterla a tus gastos de viaje o inclusive contra tu pago de impuestos. Probablemente alguno de tus amigos se incomode por ello, tal vez difícilmente te lo diga… o al final piense que si él no va a ocupar factura y a ti te sirve entonces está bien por él.

El beneficio al redondear que buscan los “redondeadores” se cumple en el momento que la empresa que recibió tu dinero hace el donativo para la institución de beneficencia. Si adicional a ello la empresa se beneficia fiscalmente habrá mucha gente como yo, a la que simplemente no le robe el sueño. Me gustaría abundar en que las empresas que promueven el redondeo deben pagar sus impuestos sin evadirlos gracias a este programa… pero luego volteo a ver lo que nuestros gobiernos hacen con dichos impuestos y la verdad me quedo pensando que tal vez es mejor dejar las cosas así.