martes, septiembre 04, 2007

LA FIESTA DE ENFRENTE

Hace poco organizamos una fiesta de despedida para Enrique, un buen amigo, dada su partida a Canadá por motivos de estudio. Cabe mencionar que esta fiesta se llevaría a cabo en la casa de la colina (donde vivo) y que todo parecía estar bien planeado para ese eventazo de Viernes… la comida, la bebida, la música, el mobiliario… lo que nunca consideramos y fue toda una sorpresa fue…

Una Gran Fiesta… en la casa de enfrente.

Imaginen esta escena para imaginar como me sentí durante los primeros diez minutos en nuestra fiesta…

a) un humilde niño, de camiseta café un poco rasgadita, pantalones verdosos de tanto lavarse y unos huaraches de de suela de llanta… haciendo piruetas con su desgastadito trompo… en la acera de su casa… NOSOTROS.

b) el vecino rico enfrente… gordito, rubio de pelo chino, con frenos dentales, con una camiseta blanca a rayas rojas a punto de estallar por su inmensidad, estrenando unos shorts de mezclilla, con calcetines blancos y unos flamantes tennis Reebok para jugar tal vez alguna vez básquetbol… en su mano un control remoto digital de ultima generación, volteando hacia arriba, extasiado controlando el vuelo de un avión de juguete estilo militar, tratando de activar el efecto del lanzamiento de misiles… LOS DE ENFRENTE.

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Las primeras dos horas de la fiesta de despedida de Enrique pasaron bien, no obstante estábamos en la cochera y el reventón de los de enfrente estaba totalmente enfrente… a 15 metros de distancia.

Lo que alcanzábamos a ver era:

  1. Una calle no llena, LLENISIMA de carros y camionetas, en doble y hasta triple fila.
  2. Un conjunto norteño, con 6 integrantes gloriosamente vestidos de azul rey, con sus sombreros negros y un cantante que cantaba lo suficientemente mal como para ser el vocalista de la banda.
  3. Mucha gente, entrando y saliendo… como si decidieran dejar la fiesta y al final se arrepintieran. Bastante extraño.

Fue así como motivados por la curiosidad, la combinación de la música tan estridente de su poderoso Valentín Elizalde y demás Secuaces de la Sierra combinada con nuestros diminutos Bob Sinclair, Belanova y Paul Van Dyk, las ultimas reservas de alcohol y el valor, decidimos Said, Rodrigo y yo ir a la casa de enfrente y averiguar mas de esa fiesta que estaba invadiendo nuestra diversión. Si no puedes contra el enemigo gorréale, mjjm.. perdón… únetele.

En 27 años nunca me había colado en una fiesta. De igual forma nunca vi esto como un acto detestable y ruin, sino mas bien como un atrevimiento sinvergüenza pero de envidiarse, como un acto de valor como pocos hay y como pocos se atreven, pero que además requería de grandes habilidades por parte del o los gorrones. No había gorrones sin carisma y sin ingenio en mi mundo, en el abe mundo.

Así pues, con el mayor carisma posible cruzamos Said, el Rodris y un servidor la calle para adentrarnos en aquella fiesta desconocida, donde lo único cierto era la fantasmagórica figura del “gallito” Elizalde vestido de azul… y reencarnado solo para arruinar nuestra fiesta. O salvarla. Lo averiguaríamos sin lugar a dudas.

Era la fiesta de Cinthia, la vecina. Por quien habría de preguntar entonces???

Así es amable lector, lo has adivinado… preguntaría por mi vecina Cinthia, me presentaría como el vecino de enfrente que era, y entablaría el dialogo que me permitiría a mi y a mis amigos pasaron un buen momento en una fiesta ajena… conociendo a los invitados, y degustando tal vez de un refinado y elegante vaso de plástico conteniendo la mejor cervecita-helada-de-barril.

El primer individuo con el que establecimos contacto fue…

ANTONIO EL BATEADO

- hola buenas noches

- buenas noches joven, que se le ofrece?

- busco a Cinthia, la festejada, soy el vecino de aquí enfrente…

- a ok, mira a Cinthia allá al fondo, junto al grupo, esta bailando a todo lo que da…

- oh si, ya la veo… cual es tu nombre?

- Antonio

- ok Antonio, eres amigo? Pariente de Cinthia?

- No, de hecho soy su pretendiente, pero ya me bateo muchas veces, no se deja la mendiga… pero bueno… aquí la acompaño en su festejo… ve nomás que linda esta…

Cabe mencionar que Antonio era un tipo moreno, robusto… como de unos 45 años… supuse entonces que Cinthia andaría maas o menos en una edad parecida. Y no me equivoque.

- Antonio mira que grosería la mía… te presento a dos amigos, Said y Rodrigo.

- mucho gusto, mucho gusto… mira ahí viene Cinthia.

Entonces aparecio…

CINTHIA LA CUMPLEAÑERA

Cinthia dejó de bailar para acercarse hacia donde estábamos los intrusos… nosotros pues.

Gordita morenaza… de entre 40 y 50 (tal como sospechaba), toda vestida de un blanco embarrador para sujetar sus flácidas y abundantes pieles… de arriba, abajo, en medio y todos lados. Muy bonita no era tampoco, mas bien era la festejada que tiene lana para echar la casa por la ventana y traer al Vale resucitado.

- Cinthia? Hola como estas? Soy Abelardo, tu vecino de enfrente,…

- hola, mucho gusto… (medio sacada de onda)

- fijate que quise venir a conocerte, y darte tu abrazo… precisamente hoy tambien hicimos una fiesta para un amigo en la casa… coincidimos! que raro no?

- aaaah tu eres el vecino de enfrente de la casa de las fiestas (yo con cara de gulp :S)?? tenia ganas de conocerte… oye que pachangueros son en serio…

- no no no… pachangueros?? para pachangas esta Cinthia, hasta la banda trajiste!

Bla bla bla bla y mas bla bla bla para romper el hielo y sentirnos asi como deseabamos, en nuestra propia casa.

- pero tomense algo… una cervecita bien helada, tal vez un wiskito… sírvanse. Que digo sirvanse… Juan! Ven para acá… atiende bien a mi vecino y a sus amigos por favor.

La primera fase de la monumental gorreada había concluido. Ahora teníamos dos amigos mas y una bebida fría en nuestras manos. Me terminaba apenas el primer trago cuando ya sentía una mirada de lujuria que me abarcaba todo… no solo a mi sino al Said y al Rodris… una mirada del mal… como de un viejo lobo planeando devorar a sus nuevas y frescas presas… intrusas en su cueva. La mirada venia de…

ANGIE LA RUDA

Como en una receta:

  1. Toma 1 porción completa de la mejor Beyoncé Knowles que conozcas.
  2. A esa piel canela agrega abundantes drogas sintéticas y químicas. No se te olviden las tachas, la Heroína y el Resistol 5000.
  3. Espolvorea unas cuatro mil noches de sexo desenfrenado reuniendo al sexo adicto Magic Johnson, a la rapada Britney Spears, a Tommy Lee y al Marques de Sade todos juntos.
  4. Mete estos ingredientes en una cazuela así como un trajecito estilo militar de color azul cielo…
  5. Por ultimo mucho, muchísimos huesos… y un hombro adornado con el tatuaje con tu mejor personaje favorito de los Caballeros del Zodiaco.
  6. Hornea a fuego lento… durante 20 años.

Angie la ruda clavaba su mirada en los tres jóvenes apuestos recién llegados al evento. Ella junto con aproximadamente otros 50 solteros eran los invitados de esa fiesta. Pero esta soltera iba mas allá… se atrevía, era una guerrera ruda buscando acción. En el resto de las mesas había de todo… de todo tipo de solteros pasados los 40. Nos llego el rumor tarde que el cumple de Cinthia era un puro pretexto para hacer una super fiesta de solteros sin compromiso donde “agarras porque agarras.” Y después de esto no se si me sugestione pero si sentí esa voluntad de agarrar a toda costa. Y entonces me asuste mucho, como un corderito perdido en la serranía… oyendo los matorrales que mueve el hambriento lobo.

Seguimos tomando, bromenado, vacilando con nuestra versión grotesca de Beyonce, ella, no buscaba otra cosa sino la noche 4001… o bien una batalla gloriosa con los 300… gorrones que estaban en la casa de enfrente. Se olía perfectamente el peligro.

Durante las siguientes dos horas fuimos y regresamos de una fiesta a otra… cotorreando, vacilando, bromeando, tomando ajeno… y así… una y otra vez… después ya no fuimos solo nosotros… también el resto de mis amigos… en lo que parecía una gorreada interminable tipo castigo en un infierno de Dante.

Al final de la noche Cinthia logro “evacuarnos” inteligentemente de su fiesta invitándonos con unos amigos que estaba fuera de su casa… le creimos. Y una vez fuera cerro el gran portón. Bola de gorrones – debió haber pensado o el clan de Abelardo, el vecino carismático.

La Angie Knowles se cambio de fiesta y ahora invadió la nuestra. Una cucharada de nuestro propio chocolate. El viejo lobo se renovó con sangre fresca y joven… riendo, vacilando, cotorreando y pisteando en venganza de su amiga Cinthia. (por cierto después dijo Cinthia que no la conocía… era una como nosotros). Y ahí se quedo por mucho rato mas.

Yo de plano me fui a dormir. Fue mi noche gorrona. Esa que algunos siempre quisimos tener. Supe que la Knowles imploro a mis amigos por su raite… buscaba su noche… la 4001… pero fue despreciada… y colocada con uno de los Secuaces de la Sierra… con quien se fue alegremente a seguir la fiesta.

Seguro cayo.