LA COLINA (y mis mornings en TJ)
Vivo en una montaña.
Si, en una montaña urbana… pavimentada… pero finalmente en una montaña.
Vivo en Tijuana, en una montaña, en una colina.
Todos los días para llegar a mi casa debo subir un mini-Everest.
Y el carro se forza para llegar a la humilde morada.
Creo que debe ser una subida fácilmente de unos 45 grados.
Y así como el carro se forza yo también me forzó al subir la colina.
Me forzo porque quiero.
Y quiero cada día, muy temprano.
Si… yo. Extraño porque soy yo.
A las 5:00 am suena la alarma.
Pero no se alarmen. Jamas me levanto a esa hora.
Suena la segunda vez a las 5:05… luego a las 5:10 y una ultima vez a las 5:15 am.
Solo para ser reprogramada.. y suena otra vez… tres veces mas…
Para levantarme finalmente a las 5:30 am
Como resortito (tal como decía Nazario... mi profesor de la secundaria… cuando llegábamos al salón en la clase de historia… “estírense como resortito mis muchachitos…”)
Me pongo unos pants, unos tennis… tomo mi Ipod y comienzo la bajada.
Ah, porque olvidaba decirles que vivo en la parte mas alta de la colina.
La bajada sucede fácil, fresco y rapido… el pie de la mañana se aproxima vertiginosamente… soy un gran atleta.
La subida… la subida… la subida!!!! :S
Los primeros pasos parecen advertirle a mi cerebro que los siguientes no serán ni fáciles, ni frescos ni rápidos… 5 metros, 15 metros… 20 metros…
Y entonces comienza todo como en camara lenta… la respiración se acelera… las piernas parecen ser las de un dino-elefante… creo que esa especie ni existe pero en fin…
Me concentro en mi Ipod…y le subo… el volumen sube mucho mas facil que yo la colina… y después de 5 minutos que parecen mas largos que los del 11 de septiembre… lo logro.
En la segunda bajada me concentro en lo que alcanzo a ver al horizonte… a muchos kilómetros de distancia… el aeropuerto de Tijuana… San Diego… edificios y edificios.. casas y casas… y el Sol que a lo lejos parece decir “unas 42,156 subiditas como estas y quedas como Brad Pitt”.